- Prosigue el fortalecimiento de la actividad en el segundo trimestre. El crecimiento se acelera al 0,6% trimestral, dos décimas más que el trimestre previo, y al 1,2% interanual, siete décimas más. La demanda interna sigue liderando el impulso, al contrario que el sector exterior.
- El crecimiento trimestral del 0,6% procede del consumo privado y la inversión. Las exportaciones e importaciones se aceleran y el consumo público se estanca.
- La reactivación se acompaña de otras buenas noticias: el empleo y el PIB nominal vuelven a positivo en tasa interanual. Además, crecen la remuneración de asalariados y por asalariado.
- Hacia adelante surgen, sin embargo, nuevas incertidumbres y desafíos: se frenan las tendencias de mejora de la productividad y la competitividad y se reabre el desbalance exterior.
- El foco de preocupación vuelve a situarse en la evolución de los precios. La deflación vuelve a hacer acto de presencia, con una caída del deflactor del 0,4% interanual, y dificulta ostensiblemente el mantenimiento de la senda de recuperación económica.