- El crecimiento en el 1T15 se acelera nuevamente (0,9% trimestral) registrando una composición positiva. Las exportaciones remontan, la demanda interna privada mantiene el dinamismo (aunque rebaja algo su ritmo de mejora), y la tracción sobre las importaciones es menor a la esperada. La nota negativa proviene del consumo público, que se dispara.
- El crecimiento interanual alcanza el 2,7% con una menor aportación negativa de la demanda exterior neta.
- La industria y la construcción consolidan su dinamismo, tomando el testigo del liderazgo de los servicios, tanto en términos de producción como de empleo.
- Tanto salarios como beneficios se disparan, en parte por la activación de la reforma fiscal. Esta mejora paralela se produce por vez primera en los últimos años.
- La reactivación del empleo prosigue: el crecimiento entre enero y marzo (0,8% trimestral y 2,8% interanual) admite lecturas positivas desde todas las ramas productivas.
- El foco de preocupación ha dejado de ser la tensión deflacionista. El deflactor vuelve a positivo (0,5% interanual) elevando el crecimiento nominal a un muy notable 3,2%.
- Hacia adelante surgen incertidumbres y desafíos: los superávits frente al exterior de 2013 se mantienen en este principio de año relativamente estables. Pero la productividad vuelve a caer y los CLU a aumentar, ambos en tasa interanual real y nominal.